Zhou Dynasty
La dinastía Zhou, también llamada Chou o Zhōu, fue una dinastía china que gobernó entre alrededor de 1122 a. C. y 249 a. C. Es la tercera dinastía china en la historia tradicional. Florecieron artes y técnicas ornamentales, que manifestaron, como en muchas culturas mesoamericanas y europeas, el deseo de los hombres de comunicarse con los inmortales. La dinastía Zhou fue la última de las dinastías de reyes anteriores a las dinastías imperiales. En esta época vivieron los grandes pensadores chinos de la antigüedad, como Confucio, y se inició la literatura china clásica.
El pueblo zhou era un pueblo diferente de los shang, la anterior dinastía, porque los zhou venían de la parte occidental. Provenientes del oeste, se enfrentaron en una guerra con los shang, derrotándolos en la batalla de Mùyě. Este suceso, que podría considerarse uno más de entre muchos acontecimientos bélicos similares que se produjeron en el norte de China en la antigüedad, ha sido ampliamente narrado en las fuentes chinas y se interpretó como un traspaso de poder de una dinastía corrupta a una nueva dinastía de reyes virtuosos. Esta visión responde a un concepto introducido en el pensamiento chino durante la época zhou: el «mandato del cielo», la legitimidad de gobierno concedida por el Cielo (considerado una deidad en esta época) a una clase virtuosa de dirigentes que gobernaba con justicia.
Desde esta visión legitimista, los últimos reyes Shang aparecen como reyes crueles y corruptos, mientras que los primeros reyes zhou habrían sido justos y sabios. Merecen una mención especial los tres primeros gobernantes conocidos de los zhou: el Rey Civilizador (Wénwáng, ‘rey de la cultura’), rey sabio que murió antes de la victoria frente a los shang; el Rey Guerrero (Wǔwáng), que completó la estrategia del Rey Civilizador y consiguió la derrota definitiva de los shang, convirtiéndose en el primer rey de los zhou como dinastía; y el duque de Zhou (Zhōugōngdàn), hermano del anterior que gobernó como regente tras la muerte de aquél y consolidó el poder de los zhou. Este último sería considerado en los textos confucianos como ejemplo de caballero virtuoso.
En esta época aparecen las obras más antiguas de la literatura china. Las ideas del duque de Zhou sobre el buen gobierno de un estado aparecen recogidas en el libro clásico Shàngshū, en español, el Clásico de los Documentos. También se han atribuido al Rey Civilizador y al duque de Zhou pasajes antiguos del I Ching, Yìjīng o ‘clásico de las mutaciones’ y del Shījīng o Clásico de las Odas. Tales atribuciones son legendarias y resulta difícil determinar qué partes de estos libros, muy reelaborados por la tradición posterior, se remontan realmente a esa época. En todo caso, son estos libros, de importancia fundamental en la historia cultural china, los que han dado a este periodo fundacional de los zhou una relevancia máxima en la historiografía tradicional china.